Dios. San Juan de
    [955](1495-1550)

 
   
 

 

 

   Fundador de la Orden Hospitalaria en 1550. Sorprendente, humilde por su vida, popular por su caridad, impresionante por su heroísmo, resplandeciente por su ejemplo, maravilloso por su amor al prójimo. Además, Fundador a distancia, pues sus Hermanos Hospitalarios sólo después de su muerte pensaron en organizarse en Instituto al estilo de la vida que había llevado el "loco de Dios".
   Nació en 1495 en Montemoro-Novo, en la Diócesis de Evora, Portugal. Tenía sólo ocho años y huyó de casa con un peregrino, tal vez un vendedor ambulante o acaso un clérigo y llegó a Oropesa. Se empleó como pastor en 1512
   En 1523 se alistó o le alistaron en el ejército de Carlos V, en una leva que el Conde de Oropesa envió al Emperador. Luchó en Fuenterrabía, sitiada por Francisco I. Regresó a Oropesa, en donde espero ocho  ocho años

   En 1532 de nuevo se enroló en el ejército en la Compañía del Conde de Oropesa y luchó contra los turcos que trataban de conquistar Viena. Terminada la batalla, regresó con el Conde por mar. Desde La Coruña, deseó conocer el paradero de su familia y fue a Portugal, donde sólo existía ya un viejo tío, pues los demás habían muerto; su madre y su padre, a poco de marchar él. Se marcha hacia Andalucía y trabaja como ganadero en tierras de Sevilla.
   En 1534 decide pasar a Africa y se dirige a Gibraltar. Se embarca para Ceu­ta con un desterrado portugués, para quien trabaja. La apostasía del compañero de trabajo le perturba. Decide regre­sar, por conse­jo de un Padre franciscano, y de nuevo se embarca para Gibraltar. Se dedicó a la venta ambulante de libros y objetos piadosos


   En 1538, según la tradición, se le apareció el Jesús Niño, ofreciéndole una medalla con una cruz y diciéndole unas palabras: "Juan de Dios, Granada será tu cruz". Estando en Granada en 1539, el 20 de Enero, escuchó un sermón de San Juan de Avila. Arrepentido de sus pecados, comienza a predicar. Le toman por lo loco y le encierran en el manico­mio en medio de maltratos. Le encontró allí San Juan de Avila y le sacó con orden de llevar vida de piedad y de ayu­dar al prójimo. Peregrino a Ntra. Sra. de Guadalupe. De regreso, se dedicó a cuidar a los enfermos, sobre todo a los pobres locos. Logró alquilar un mo­desto caserón y así nació su primer hospital, que pronto trasladó a una casa mayor.
  

 


 
 
 

 

 

   

 

 

 

 

Algunos hombres piadosos se juntaron a su empresa. Ellos, luego de la muerte del santo, se organizaron en Hermandad y fueron reconocidos por la Iglesia como Orden de caridad.
   En 1541 su Hospital albergaba ya unos 200 enfermos y acogidos, siempre con las puertas abiertas para todos los peregrinos y pobres. Se dedicó a pedir limosnas para ellos y a luchar por sostenerlos
 

  En 1545 hizo un viaje a Valladolid para buscar medios y apoyo en la Corte Estuvo nueve meses. Visitó a Felipe II, todavía príncipe y obtuvo muchas limosnas, pero las repartió en la misma ciudad de Valladolid y volvió sin nada para sus mendigos de Granada. Llevó algunas células y autorizaciones
   En 1550, el 8 de Marzo, falleció en Granada en el palacio de la piadosa señora Dña. Ana de Osorio, esposa del Marqués de García de Pisa, la cual le obligó a ir a su casa ante su inminente muerte. Fue enterrado en la capilla que poseía la piadosa señora, después de enorme manifestación de duelo.
 

  Fue Beatificado el 21 de Septiembre de 1630 por Urbano VIII y canonizado el 16 de Octubre de 1690 por Alejandro VIII. De el se conservan sólo 6 Cartas.